Esteve vende su división de genéricos a la japonesa Towa por 320 millones euros
El grupo farmacéutico Esteve anunció este lunes la venta de Pensa, su división de genéricos, a la farmacéutica japonesa Towa Pharmaceuticals, que pagará por la firma 320 millones de euros. La venta de Pensa Investments incluye la fábrica de Martorelles, el área de innovación farmacéutica en desarrollo de nuevos dosieres, y las filiales comerciales de genéricos en España, Portugal, Italia y EE.UU. Towa es una empresa japonesa con sede en Osaka que cotiza en la bolsa de Tokio, y anunció este lunes que prevé que la compra se complete a finales de enero de 2020. El grupo desembolsará el pago de forma anticipada y en efectivo y se ha comprometido a mantener la plantilla de Pensa. de 850 personas.
La venta de Pensa se enmarca en el plan estratégico que ha puesto en marcha Esteve para concentrar su actividad en productos innovadores, de marca propia y en áreas de medicina especializada. La división de genéricos, que aporta alrededor de un tercio del negocio de la compañía con unas ventas del orden de los 280 millones de euros, apenas deja margen, por los bajos precios de estos medicamentos y la concentración del mercado en manos de grandes productores que operan en todo el mundo.
Así, la venta de Pensa es para la compañía el primer paso del proceso de transformación que ha puesto en marcha el nuevo consejero delegado del grupo, Staffan Schüberg, que aseguró en un comunicado que “Towa es el socio ideal para desarrollar todo el potencial de la división de genéricos de Esteve. Al mismo tiempo, esta operación nos permitirá focalizarnos en nuestro core business y acelerar la transformación de Esteve en una compañía farmacéutica global especializada e innovadora”. En la operación, Lazard ha sido el asesor financiero de Esteve, mientras que el de Towa ha sido el banco de inversión Barclays.
Esteve, un grupo familiar fundado en 1929, opera también en medicamentos de prescripción y química, y facturó el año pasado 758 millones de euros. El año pasado la familia Esteve dejó la gestión, e incorporó al sueco Staffan Schüberg como nuevo consejero delegado. La empresa que preside Albert Esteve lleva años reduciendo sus ventas por la guerra de precios que afecta al sector: la facturación fue de 758 millones en 2018 y de cerca de 800 millones en 2016. La empresa tuvo además pérdidas en 2018, lo que le llevó a presentar un ERE que redujo la plantilla en 85 personas para poder tener de nuevo resultados positivos este año.
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