Joaquim de Toca Andreu, Presidente y Consejero Delegado de MUJI España y Portugal

JOAQUIM DE TOCA ANDREU,
PRESIDENTE Y CONSEJERO DELEGADO DE MUJI ESPAÑA Y PORTUGAL

¿Nos puede presentar a su empresa?
MUJI es la abreviatura del japonés Mujirushi Ryohin, que significa “productos de calidad sin el logo visible”. Se creó en Japón en 1980, cuando la economía japonesa vivía un boom económico y empezaron a entrar en el mercado japonés las grandes marcas de lujo europeas. Los japoneses se volvieron “locos” por las marcas y los logos extranjeros. Unos empleados de los grandes almacenes Seiyu apostaron por crear unos productos donde la marca no fuera lo importante; productos de buena calidad, buen diseño y a un precio razonable. Empezaron en una estantería con 40 productos, después abrieron una tienda en la calle Aoyama de Tokyo. Ahora MUJI es una empresa independiente que cotiza en la bolsa de Tokyo, con más de 1.000 tiendas en 32 países y 7.000 productos, siendo el retailer japonés con más presencia internacional. Vendemos productos de papelería, ropa, complementos, mobiliario para la casa, almacenaje, textil hogar, vajilla, viaje, cosmética, comida…En Japón tenemos tiendas que venden casas prefabricadas, restaurante e incluso Hotel MUJI. Todo con el mismo concepto de funcionalidad, simplicidad y calidad, a un precio razonable.
¿Cómo se posiciona en el mercado español y japonés respectivamente?
En Japón es una marca muy popular. En España tiene un posicionamiento un poco más alto, debido a que tenemos pocas tiendas y no es tan conocida. Al entrar en un país nuevo los primeros clientes suelen ser gente del mundo del diseño, arquitectura o que han sido clientes en otros países. Los clientes que no nos conocen les suelen atraer los productos de papelería y luego van comprando otras categorías.
¿Qué experiencias y vivencias personales y profesionales tiene en el entorno de Japón?
Primero empecé como franquiciado. Para conseguir la franquicia para España y Portugal, aparte del Business Plan, presentaciones y múltiples reuniones que duraron meses, me sorprendió que quisieran venir a ver dónde vivía, conocer a mi mujer y mis hijos. Sacaron fotos de todo. Los japoneses buscan confianza, qué mejor que ir a ver dónde vive el nuevo socio y conocer la familia, al final, los excels y powerpoints lo aguantan todo y es difícil validarlo desde un país tan lejano.
¿Cuál ha sido su trayectoria hasta llegar hasta aquí?
En el 2006 firmamos el contrato de franquicia para España y Portugal y, abrimos la primera tienda en Barcelona. Diez años después compraron la empresa y nos convertimos en subsidiaria de MUJI Japón. Yo continué como responsable de los dos países.
¿Cómo valora el potencial de crecimiento del negocio de su empresa en Japón?
En Japón MUJI ya tiene más de 450 tiendas y hay poco potencial de crecimiento. Fuera de Japón MUJI sigue teniendo gran potencial, sobretodo en grandes ciudades. Aquí nos queremos centrar en Barcelona, Madrid, Lisboa y Oporto, donde todavía tenemos potencial de crecimiento. En Sudamérica no hay ninguna tienda y, los empleados de España y Portugal podemos ayudar a su desarrollo. Ya lo hemos hecho en una tienda temporal que se abrió en Sao Paulo.
¿Cómo valora la creación de sinergias entre los colectivos empresariales de Japón y España, y el trabajo de CEJE como plataforma de encuentro?
Muy positiva, me ha permitido intercambiar opiniones sobre el modo de trabajar de las empresas japonesas y entender mejor su operativa. Me ha posibilitado conocer y colaborar con excelentes proveedores que conocen la operativa de las empresas japonesas y también hemos conseguido nuevos clientes. Tanto a nivel de networking como para el conocimiento del mundo empresarial japonés el CEJE ha sido enormemente útil